No quiero oirte más

Hagas lo que hagas amalo, como amabas la cabina del paraíso cuando eras niño

Cinema Paradiso

Sueños… solo sueños.

Sueños que perturban las noches del cálido verano,  y quizá no solo noches, sino pensamientos diarios de acaso, una vida muy alejada de la realidad… Tanto, que abres los ojos y ese dichoso parpadeo de apenas unas milésimas de segundo se convierte en un eterno viaje que separa dos mundos dispares por completo, pero unidos a la vez.  

Quién sabe si descansar en esta vida, no sea más que desear más allá… Y vivir experiencias que el miedo no deja probar. Algunas, caprichosas, borradas al despertar; otras en la memoria tras minutos de poca lucidez; Y las demás bajo llave como recuerdos de una ilusa noche de trayecto soñoliento.

Sueños…  solo sueños.

Quien sabe...

Una imagen... una historia tras ella

Un objeto... mil recuerdos guardados

Quién sabe… quizá sigas una historia que te lleve a un final insospechado, vayas atando cabos,  vislumbrando hilos invisibles que permanecieron guardados, tras un futuro muy incierto.

O tal vez un objeto tirado sea el que ha vivido mil experiencias que guarda sigilosamente en su interior, o en mentes que, en un día de nostalgia vuelvan a enfocar sus recuerdos hacia ese elemento perdido, eliminado, o quitado…. Quién sabe…

Y quién sabe… si aquella teja embarrada tuvo su larga historia que le llevara hasta esa incómoda situación; Si un día formó parte de un tejado que fue derruido por un ciclón, o a lo mejor fue material de almacenaje esperando su destino, o la protección de la dichosa gotera encima de la cocina…

Al fin y al cabo, nadie sabe...

Historia de un rico

Ocurrió que una vez, celebraba su cumpleaños un hombre muy rico; Su mujer y sus hijos le habían colmado de regalos, al poco tiempo llegó el arquitecto que le había construido, amueblado y diseñado su casa y su ropa, para comprobar que todo estaba en orden.
El dueño salió a su encuentro pues tenia muchas preguntas que formular. Pero el arquitecto no advirtió de la alegría del dueño y palideció " ¡ Pero que zapatillas lleva usted puestas ! ! Exclamó con voz penosa.
El dueño miró su calzado bordado, y respiró aliviado puesto que las zapatillas habían sido fielmente confeccionadas de acuerdo con el diseño original del arquitecto.
Por ello replicó con aire de superioridad "¿ Lo ha olvidado? ¡Las ha diseñado usted mismo!" A lo que el arquitecto respondió " Cierto pero para el dormitorio. Usted está estropeando todo el ambiente con esas dos manchas de color, ¿ No se da cuenta?.

                                                                                                                                            Adolf Loos

Silencio

Cuando el planeta no da vueltas como debería

        Golpe                Todo cambia

Los sueños se hacen lúcidos y la realidad oscuridad

Dulce decepción, amargo chocolate,  ruidoso silencio

El siempre se hace nunca, y el nunca jamás, para siempre

Los ojos saborean la ignorancia de su mirada

Su tacto pasa de tierno a mil agujas clavadas

De su boca emanan ensordecedoras palabras que se apagan en el silencio

Y que se apaguen pronto…

Y no vuelvan a manchar el estremecedor silencio