Los libros son espejos; Se ve en ellos lo que uno ya lleva dentro.

lunes, 29 de agosto de 2011

Remember...

Su tacto era firme y delicado a un tiempo. Sus dedos me recorrieron las mejillas y los pómulos. Permanecí inmóvil, casi sin atreverme a respirar, mientras leía mis facciones, con sus manos.

Mientras lo hacía sonreía para sí y pude advertir que sus labios se entrecerraban, como murmurando en silencio. 

Sentí el roce de sus manos en la frente, en el pelo, en los parpados… Se detuvo sobre mis labios, dibujándolos en silencio con el índice y el anular, entonces trague saliva, notando que mi pulso se aceleraba…

Esa tarde, sus manos escribieron en mi piel una maldición, que me perseguirá, nose cuanto tiempo más.

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